La función de las venas en el sistema circulatorio es recoger la sangre de todo el cuerpo para llevarla de vuelta al corazón, donde se oxigena y sale al torrente circulatorio a través de las arterias para irrigar todos los tejidos. La circulación venosa en las piernas va en contra de la gravedad, por lo que los músculos de las mismas tienen que contraerse para actuar como una bomba, presionando las venas y ayudar al retorno. Éstas, a su vez, tienen unas pequeñas valvulitas que impiden el retroceso de la sangre una vez que ha pasado.
Cuando el retorno venoso es insuficiente por fallo de este sistema de bombeo, la sangre se estanca, se dilata la vena, se filtran líquidos a los tejidos y aparecen los primeros síntomas: HINCHAZÓN Y PESADEZ. Con el tiempo, si no se pone remedio, aparecen las VARICES. Esta enfermedad se llama insuficiencia venosa crónica (IVC), y afecta al 20-30% de la población, siendo cinco veces más frecuente en la mujer que en el hombre, y afectando al 50% de la población mayor de 50 años.
¿Cuáles son los síntomas?
- Pesadez y edemas en las piernas
- Hinchazón en miembros inferiores que empeora con el estar de pie largo tiempo
- Dolor y prurito
- Cansancio
- Calambres musculares y parestesias nocturnas, hormigueo, picor
- Varices
Diremos que se incrementan con la edad y que hay diferencias en la sintomatología entre sexos. En la mujer los síntomas pueden empeorar durante la menstruación, embarazo, tratamientos hormonales sustitutivos y anticonceptivos orales. El picor es el síntoma más frecuente en el hombre, mientras que en la mujer es la pesadez y/o dolor.
Hay una serie de factores agravantes como es el sedentarismo, el sobrepeso y obesidad, el estreñimiento, que podemos prevenir fomentando hábitos de vida más saludables. Gestos tan fáciles como los siguientes, nos ayudaran a prevenir los síntomas:
- Mantener las piernas en alto. Hacer descansos con las piernas elevadas por encima del corazón, durante unos 30 minutos 2-3 veces al día. Al sentarnos, elevar las piernas por encima del nivel de las caderas, apoyándolas a nivel de las corvas sobre un cojín y sin cruzarlas
- Dormir con las piernas elevadas unos 10-20 cm
- Evitar poner las piernas cerca de las fuentes de calor, estufas y radiadores (ahora no es necesario) así como la exposición solar excesiva
- Caminar, nadar, pedalear el menos 30-60 minutos al día. Si se está mucho tiempo de pie, hacer ejercicios como caminar con los talones, ponerse de puntillas, etc
- No utilizar ropa ajustada y si, calzado cómodo evitando tacones
- Evitar el sobrepeso y obesidad
Para una prevención o aliviar los primeros síntomas, existen tratamientos básicos de los que podemos echar mano:
- Terapia compresiva. Panty, medias o calcetines de compresión que van desde la fuerte, normal o ligera
- Fitoterapia. Existen plantas medicinales que favorecen la mejoría de la circulación sanguínea: Ginkgo biloba y Hamamelis virginiana (acción venotónica); Castaño de Indias (antiinflatoria y antiedematosa); Ruscus (efecto vasoconstrictor); Vid roja y Centella asiática (actividad vasopresora) . En formas farmacéuticas orales o tópicas.
- Hidroterapia. Duchas y masajes con agua fría o alternado agua fría con tibia.
- Terapia Farmacológica. Fármacos venotónicos bajo prescripción médica
- Cirugía vascular, si no funcionan otras terapias y bajo criterio médico
Ana Sierra