No distinguen entre sexo, aunque es más frecuente en las niñas, y edad, aunque afecta más entre los 3 a 10 años. Les gusta más el pelo limpio y el liso al rizado, ya sea corto o largo. Cualquier cabeza les sirve para vivir. La lucha contra estos parásitos oportunistas y resistentes comienza con el curso escolar, aunque en verano, con los campamentos infantiles no hay tregua.
La infestación por el parasito Pediculus humanus capitis, no es peligrosa ni transmite enfermedades, a veces se producen sobreinfecciones en el cuero cabelludo de las heridas provocadas por el intenso picor que ocasionan. Este picor es nuestra respuesta alérgica a la saliva que inyectan cuando chupan nuestra sangre. Este prurito puede tardar en aparecer de 4 a 6 semanas tras la primera infestación. La localización más frecuente son las regiones postauriculares, cerca de la nuca y la coronilla. No vuela, se transmite por contacto directo cabeza-cabeza, o por el uso compartido de gorros, pañuelos, toallas,… Puede vivir fuera de la cabeza humana de 24-48 horas, por lo que es importante en el caso de almohadas, fundas de sofá, sillones, etc. pasar una aspiradora.
El principal problema al que nos enfrentamos es la capacidad de resistencia, que tiene que ver con un “fenómeno hereditario”, frente a los diferentes tratamientos. El mal uso de los tratamientos en duración y en el tiempo ha hecho que estos respondan de forma diferente al fármaco, no es que sean más o menos resistentes, si no que se ha producido una variabilidad genética que hace que ese piojo no se vea afectado por ese tratamiento.
TRATAMIENTOS
Los pasos a seguir son:
1.- Eliminar piojos y liendres utilizando correctamente los productos pediculicidas
2.- Retirar piojos y liendres de forma mecánica y manual con una lendrera.
3.- Prevenir el contagio adoptando medidas preventivas y el uso de repelentes.
Hay dos tipos de pediculicidas en función de su mecanismo de acción:
1.- QUIMICOS. Penetran en el interior del piojo intoxicándolo. Su toxicidad es inocua en las personas. Hay dos grupos:
a ) Piretrinas. Su acción sobre el piojo es neurotóxica, destruyendo tanto al piojo como a los huevos y su efecto dura dos semanas, en forma de loción o champú. Puede provocar alergias en personas sensibles, por lo que se utilizan sus derivados sintéticos: permetrinas con o sin butóxido de piperonilo, fenotrina, aletrina y tetrametina. Hay que repetir tratamiento a los 7-10 dias.
b) Organofosforados. Malathion y lindano, se emplean en forma de loción o champú, altamente eficaces frente a los huevos. Por su mayor frecuencia en efectos secundarios, aparte de su olor desagradable y ser altamente inflamable, debe ser indicado por un médico o farmacéutico
2.- FISICOS. Realizan un efecto externo sobre el piojo sin causar ningún tipo de toxicidad ni irritación en el huésped. Se emplean lociones con aceites minerales o con siliconas, las cuales forman una capa impermeable alrededor del piojo provocándole la muerte. Inodoros, fáciles de aplicar, bien tolerados y no generan resistencias.
Cualquiera que sea el método elegido, hay que tener en cuenta que la evolución de una infestación depende de la rapidez con la que se haya diagnosticado, el inicio del tratamiento contra estos insectos, y el uso correcto de los pediculicidas.
Ana Sierra