Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo. El desayuno es la comida más importante del día. Debe ser completo, para que nos aporte todos los nutrientes y energía que necesitamos para afrontar el trabajo de la mañana, después del ayuno de toda la noche. Debe aportar más del 20% de la ingesta calórica del día.
Practica la” pirámide”. La pirámide de la alimentación saludable nos orienta de cómo debe ser nuestra alimentación, teniendo como base la Dieta Mediterránea. La cantidad de cada ración será diferente para cada persona, ya que dependerá de una serie de factores tanto personales como de actividad que realice.
Aumenta el consumo de pescado frente a la carne. El pescado aporta grasa mucho más saludable (ω-3) que la carne, además de ser mejor digerida.
Abandona las salsas. La mayoría de ellas aportan niveles elevados de grasa en general.
Consume alimentos crudos de todos los colores: rojos, naranjas, rosas. Los carotenos son los que aportan estos colores a las frutas y verduras y tienen propiedades antioxidantes. Al ingerir alimentos frescos y crudos estas protegiendo tu salud.
Acuérdate de las nueces. Aunque son muy energéticas el tomar 3 o 4 nueces al día protege nuestro corazón, son ricas en ácidos grasos ω-6.
Olvida embutidos y fiambres. Son alimentos que aportan grasa animal, grasa saturada no beneficiosa.
Nuestras legumbres (garbanzos, lentejas, alubias) con cereales (arroz). Plato de nuestra cocina tradicional muy interesante: aporta poca grasa (todo depende de cómo se cocine), proteínas muy completas, hidratos de carbono complejos y fibra.
Bebe leche semidesnatada o con ω-3. La leche es fundamental por su contenido en calcio y riboflavina (vitamina del grupo B), que ayuda a convertir los nutrientes en energía, y por la lactosa que ayuda a la absorción del calcio.
No olvides hidratarte bien. La rehidratación es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
No te olvides de masticar bien. La digestión comienza en la boca, ayudando ésta al proceso digestivo.
Carnes rojas: Hay que reducir el consumo de estos productos sin excluirlos, ya que son ricos en proteínas, hierro y zinc.
La cocción, vapor, plancha, horno frente a los fritos. Siempre que puedas utiliza los primeros, aportaran menos calorías a tu dieta.
La alimentación es muy importante pero no te obsesiones con ella.
Ana Sierra