Nada hay más común en nuestra vida que las pequeñas heridas: un corte con un cuchillo, una caída de la bicicleta, un tropiezo en la calle, una ampolla por la plancha o que te salpique el aceite hirviendo. Esas pequeñas lesiones que en principio son inofensivas, ponen en contacto nuestro interior, ambiente estéril, con el exterior con la evidente pérdida del mismo. Es por ello muy importante tratar adecuadamente estas heridas para prevenir infecciones y otras complicaciones mucho graves y se debe actuar rápidamente. Para ayudar a la cicatrización hay que limpiar, en un primer lugar, adecuadamente la herida y utilizar un antiséptico adecuado. Este proceso puede verse alterado en aquellas personas que presenten alguna patología o estén tomando un tipo de medicación. Pero en general, es un proceso activo, dinámico e involuntario.
Las heridas se pueden clasificar en agudas y crónicas en función del tiempo de evolución, si es corto o persisten por un periodo de tiempo prolongado. Aquí vamos a ver las heridas agudas, como:
- Heridas cortantes o incisas. Producidas por latas, vidrios, cuchillos, etc
- Heridas contusas. Producidas por palos, piedras, puñetazos o con objetos duros. Hay dolor y hematoma
- Heridas punzantes. Producidas por clavos, agujas, anzuelos, mordeduras de serpientes. Lesión dolorosa y poca hemorragia. El tétanos es una de las complicaciones
- Raspaduras, abrasiones, Producidas por rozamiento de la piel con superficies duras. Es una quemadura por fricción y se infecta con frecuencia
- Magulladuras, aplastamiento.
- Quemaduras. De diferentes grados dependiendo si se queda en un eritema y dolor o aparecen ampollas o hay pérdida de la epidermis y dermis
¿Cómo actuar? En primer lugar hay que valorar la gravedad de la herida, si es un corte profundo y quizás necesite puntos, si el sangrado no corta, si es una herida grande y profunda, si está ya infectada o si tiene algún objeto clavado que pueda estar contaminado. Si no estamos en estos casos podemos tratar la herida. Todas las heridas agudas pueden contaminarse pasadas 6 horas de su inicio y los síntomas son: Edema, calor, eritema, dolor y exudado purulento. Siempre hay que limpiar muy bien la herida para prevenir la infección y eliminar todos los cuerpos extraños, al principio del tratamiento y de cada cura
1.- En caso de cortes menores. Lavarse bien las manos con jabón o utilizar guantes. Lavar la herida con agua y un jabón suave o irrigar con suero fisiológico que esté a temperatura ambiente. Usar presión para detener el sangrado y aplicar un antiséptico. Si vemos que la herida pueda contaminarse cubrirla con un apósito y si es necesario utilizar puntos de sutura para ayudar a la cicatrización
2.- Quemaduras leves (grado I –II). En primer lugar enfriar con chorro de agua muy fría. Lavar con suero fisiológico o agua con jabón neutro. No utilizar ni agua oxigenada ni yodo, que son sustancias que ya de por si queman. Utilizar una crema con sal de plata y cubrir con un apósito o un vendaje elástico en caso de ser muy extensa. Nunca reventar la ampolla. Una de las complicaciones de las quemaduras es que se infectan con mucha facilidad
3.- Rozadura tras una caída. Lavar con suero fisiológico o agua con jabón neutro y utilizar un antiséptico
QUE NO SE DEBE HACER:
- No tocar las heridas con las manos sucias, ni soplar sobre una herida
- No utilizar algodón y no limpiar las heridas hacia adentro
- No aplicar esparadrapo directamente sobre las heridas ni desprender con violencia gasas que cubren heridas
- No recortar heridas, ni explotar las ampollas ni extraer cuerpos extraños
- No utilizar alcohol sobre heridas abiertas
Ana Sierra