La tosferina es una infección respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis que, al principio, parece un resfriado más, pero que luego sigue de una tos persistente característica durante varias semanas, en forma de ataques que casi no dejan ni respirar, por lo que a veces se oye el típico gallo al coger aire, después de una salva de toses repetidas. Es una enfermedad muy molesta en los mayores, pues también afecta a los adultos, y muy peligrosa en los más pequeños, ya que es responsable de una elevada morbilidad y mortalidad en los lactantes, sobre todo lactantes menores de tres meses de edad. Se contagia, como otras infecciones respiratorias, por el aire o por contacto con objetos contaminados por un enfermo, como, por ejemplo, las manos.
¿Es una moda la vacunación de las madres embarazadas o hay algo más?
La primera dosis de la vacuna frente a la tosferina, incluida en los calendarios vacunales infantiles, se administra a los 2 meses, por lo que la inmunidad efectiva frente a la enfermedad no comienza hasta transcurridas unas semanas tras esta primera dosis. Además la mayoría de las mujeres embarazadas no tienen suficientes anticuerpos protectores frente a la tosferina para transmitírselos efectivamente por vía transplacentaria a sus hijos recién nacidos durante el embarazo o a través de la lactancia materna, por lo que no les confieren una protección suficiente frente a la infección durante esos primeros meses de vida.
Ante esta situación, ya hay países, como Estados Unidos o Reino Unido , que recomiendan la vacunación de vacunación de todas las embarazadas entre las semanas 27 y 36 del embarazo, independientemente del estado previo de vacunación y en cada una de las gestaciones, con resultados muy alentadores buscando prevenir la tosferina en sus hijos durante los primeros meses, hasta que alcancen la edad de la vacunación y puedan entonces desarrollar sus propias defensas contra esta enfermedad.
En España, las sociedades científicas involucradas con las vacunaciones y la atención a mujeres gestantes (AEP, SEMPSPH, AEV, SEGO, SEQ), plantearon, en 2013, la necesidad de incluir la vacunación frente a la tosferina en las embarazadas y, en junio de 2015, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) recomendó que las comunidades autónomas (CC. AA.) pusieran en marcha la vacunación de las gestantes. Sin embargo, hasta la fecha no lo han llevado a cabo en todas ellas.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) va más allá, recomienda la vacunación de los que le rodean, de los adultos que estén en contacto habitual con niños pequeños creando un escudo de inmunidad a su alrededor, es decir, personal de guarderías y escuelas infantiles y profesionales sanitarios en contacto con ellos. Incluso llegar a vacunar a los padres y hermanos, los abuelos y cuidadores.
Ana Sierra