La enfermedad del virus Zika es un cuadro causado por el virus Zika (ZIKV) y transmitido por un mosquito del género Aedes. Presenta un cuadro clínico de carácter generalmente leve, caracterizado por un cuadro febril leve, generalmente acompañado de una erupción maculopapular de intensidad variable. Conocido desde hace unos años, no ha sido hasta 2015 cuando se han comenzado a reportar brotes de enfermedad por ZIKV en Sudamérica.
Se trata de un virus ARN del género Flavivirus y su transmisión se realiza a través de la picadura de mosquitos del género Aedes, principalmente el Aedes aegypti, aunque hay otras especies. Todas ellas suelen picar exclusivamente durante el día, en particular a media mañana y a última hora de la tarde, pero no suelen hacerlo durante la noche. Además de los mosquitos, también se ha identificado la transmisión perinatal, posiblemente a través de la placenta o durante el parto, cuando la madre está infectada. Hay datos puntuales que soportan la hipótesis de que pueda haber también transmisión sexual. Asimismo, atendiendo a sus características, se considera probable la transmisión a través de transfusiones sanguíneas. La transmisión a través de la lactancia, aunque la madre se encuentre infectada no está documentada.
El periodo de incubación de la enfermedad oscila entre 3 y 12 días, tras la picadura del mosquito. Entre un 60-80% de las infecciones permanecen completamente asintomáticas y, cuando aparecen los síntomas, suelen tener un carácter leve y autolimitado, consistiendo en fiebre no muy intensa de 4 a 7 días de duración y generalmente sin ninguna complicación patológica. Además de la fiebre, suele aparecer una erupción macular, dolor articular (artralgia) y muscular (mialgia), conjuntivitis no purulenta y cefalea . Así pues, el problema patológico no está en la infección aguda por el ZIKV de personas nacidas, sino en la infección congénita, que puede determinar un grave daño en el feto en desarrollo, particularmente a nivel del sistema nervioso central.
El que una persona se infecte en un país y vuelva al suyo de origen, no presupone ningún riesgo especial de difusión de la enfermedad, dado que se requiere una amplia distribución del mosquito transmisor y una elevada prevalencia de personas infectadas.
No existe ninguna vacuna preventiva de la enfermedad por ZIKV, por lo que el tratamiento se centra en el control de los síntomas, dolor, la fiebre y picores, y de las posibles complicaciones en pacientes particularmente sensibles. En cuanto a la profilaxis o control, se centra en medidas de salud pública específicamente dirigidas contra el mosquito vector de la enfermedad.
Es importante adoptar medidas preventivas de las picaduras, mediante el empleo de repelentes (salvo en niños menores de tres meses), ropa de cubra adecuadamente la piel (camisas de manga larga, pantalones largos, etc.), uso de insecticidas domésticos, etc. Es importante extremar las medidas preventivas en pacientes con enfermedades inmunológicas o autoinmunes, enfermedades crónicas graves, embarazadas (o con potencial de embarazo). También deben aplicarse estas mismas medidas a las personas infectadas, para prevenir la transmisión del virus por mosquitos inicialmente no infectados.
Daremos una serie de recomendaciones para aquellos viajeros que vayan a países con casos autóctonos documentados .El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) sugiere que se consulte al médico la conveniencia o no del viaje, en función de las condiciones específicas de cada persona:
- Todos los viajeros, deben adoptar medidas eficaces de protección individual para evitar las picaduras de mosquitos que deben mantenerse durante todo el día, en particular a media mañana y a última hora de la tarde.
- Los pacientes con patologías de tipo inmune o enfermedades crónicas graves, deben valorar la conveniencia o no del viaje.
- Las mujeres que estén embarazadas o que pudieran quedar embarazadas (sexualmente activas y sin medidas anticonceptivas eficaces)deben valorar la conveniencia del viaje.
- Los viajeros que experimenten síntomas de tipo gripal (fiebre, artralgia, cefalea, etc.) durante las tres semanas posteriores al regreso de las zonas con ZIKV, deberán consultar con su médico.
- Las embarazadas que hayan viajado en algún momento de su embarazo a las zonas con ZIKV, deberán comunicárselo a su ginecólogo
Ana Sierra