La osteoporosis es una enfermedad crónica multifactorial, caracterizada por una reducción en la cantidad y calidad del hueso, confiriéndole un riesgo aumentado de fractura. Ha llegado a definirse como la “Epidemia del Siglo XXI”, debido al progresivo envejecimiento de la población mundial y al incremento constante de los costes socio-sanitarios que ocasiona.
Estas causas, como ya digo, son múltiples:
- Factores genético, representando entre un 50%-80% de la variabilidad de la Densidad Mineral Ósea (DMO)
- Factores fisiológicos: Envejecimiento, Cambios hormonales.
- Factores ambientales: Nutricionales. Actividad física, Estilos de vida inadecuados como el tabaquismo
- Factores patológicos: Enfermedades osteopenizantes, Tratamientos farmacológicos
El tener una masa ósea reducida está estrechamente relacionado con la posibilidad de ser susceptible a una fractura. Una baja masa ósea es un indicador primario del riesgo de fractura en mujeres sin antecedentes de fracturas previas. La prevención y el diagnóstico tempranos son fundamentales, por lo que deberían someterse a evaluación para descartar osteoporosis:
- Todas las mujeres mayores de 65 años
- Mujeres postmenopáusicas más jóvenes con factores de riesgo o historia familiar de fracturas osteoporótica
- Todas las mujeres adultas mayores de 45 años con historia de fractura causada por un traumatismo leve
- Mujeres premenopáusicas u hombres con riesgo de osteoporosis secundaria a patologías osteopenizantes o tratamientos farmacológicos
Durante la época de crecimiento, la formación de hueso es mayor que su destrucción, permitiendo así el aumento de la masa esquelética. Esta máxima formación ósea, denominada pico de masa ósea, se alcanza entre los 20 y 30 años, siendo más tardío en la mujer y el momento de mayor mineralización.
Una vez alcanzado este grado, comienza el denominado remodelado óseo, o periodo de equilibrio entre la formación y resorción (destrucción ósea). El equilibrio se rompe a partir de los 40-45 años, momento en el que la resorción predomina sobre la formación, y por tanto se va perdiendo gradualmente hueso. La pérdida en la mujer es mucho mayor que en el hombre.
La osteoporosis afecta al 20% de las mujeres mayores de 65 años, y tan solo al 6% de los hombres. El riesgo de fracturas es muy elevado, siendo el más frecuente el que se presenta a nivel de vertebras (lumbares), las de muñecas, costillas o fémur (fractura de cadera), aunque puede producirse a cualquier nivel.
Ante esto, ¿cuáles serían las recomendaciones alimentarias y de estilo de vida más adecuadas?
La dieta influye de manera esencial en el metabolismo óseo a lo largo de la vida, ya que provee el material necesario para la construcción ósea: proteínas y minerales. Además, diversos componentes de la dieta son capaces de modular la absorción del calcio y su eliminación.
Aumentar el consumo de calcio a lo largo de la vida incrementa la adquisición de hueso durante el crecimiento, estabiliza la masa ósea durante la madurez, minimiza las pérdidas ósea en la fase de involución y reduce la fracturas osteoporóticas. El calcio de los productos lácteos tiene una mayor biodisponibilidad que el calcio de origen vegetal, siendo necesario niveles óptimos de vit D para maximizar su absorción. Para aquellas personas que presentan intolerancia a la lactosa, nos obliga a prestarles más atención, recomendándoles el consumo de aquellos derivados lácteos de más fácil digestión (yogurt, lácteos bajos en lactosa…) o bien mediante suplementos de calcio en el caso de ser necesario.
Una alimentación de calidad, que incluya ingestas adecuadas de frutas, vegetales y lácteos, legumbres, con ingestas no excesivas de proteínas de origen animal, limitando el consumo excesivo de refrescos, café y sal parece la mejor recomendación nutricional a la prevención de la osteoporosis.
La realización de actividad física con impacto ( correr, andar, bailar…) que ayuda a movilizar el calcio, ejercicios de fuerza que aumenten la masa muscular y aporten mayor estabilidad, agilidad y equilibrio evitando caídas, el mantener un peso adecuado, abandonar el hábito tabáquico y un consumo moderado de alcohol, son nuestras recomendaciones de estilo de vida.
Ana Sierra
2 Comentarios
Está genial la web. Muy interesante.
Enhorabuena.
Un abrazo.
El Coco.
Gracias Coco.